Gracias porque saben esperar contra toda esperanza
Queridos hermanos y hermanas: Desde hace tiempo los llevo en mi pensamiento y rezo cada día por ustedes. Pero ahora, en vísperas de esta Pascua, que para ustedes tiene una fuerte carga de Pasión y todavía poco de Resurrección, siento la necesidad de escribirles y decirles que los llevo en el corazón. Me hago cercano a todos ustedes, en sus varios ritos, queridos fieles católicos esparcidos por todo el territorio de la Tierra Santa. En particular a cuantos, en estos momentos, están sufriendo dolorosamente el drama absurdo de la guerra, a los niños a los que se les niega un futuro , a cuantos lloran y sufren, a cuantos experimentan angustia y desorientación. La Pascua, centro de nuestra fe, tiene aún más significado para ustedes, que la celebran en los lugares en los que el Señor vivió, murió y resucitó. No solo la historia, ni tampoco la geografía de la salvación existirían sin la tierra que ustedes habitan desde hace siglos, en la que quieren permanecer y donde es un bien que puedan q